Virginia Hall, la espía que cojeaba por Elena García


La estadounidense Virginia Hall (aquí, aquí, aquí y aquí) fue durante la Segunda Guerra Mundial una de las espías aliadas más importantes (libro aquí; audio del programa Mujeres Malditas de radio5 aquí). Su minusvalía -perdió una pierna debido a un accidente de caza- no le impidió trabajar en la Resistencia Francesa. De hecho, durante años la Gestapo se refirió a ella como "la mujer que cojea, es una de las más valiosas agentes de los aliados en Francia. Debemos encontrarla y destruirla". Gracias a sus méritos fue la primera mujer en recibir la Cruz de Servicios Distinguidos. Tras el final de la guerra continuó trabajando en los servicios de inteligencia norteamericanos. La fotografía se puede encontrar en la web de la CIA.

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