Artemisia Gentileschi: una de las grandes pintoras del Barroco


Artemisia Gentileschi nació en Roma un ya lejano 8 de julio de 1593. Con apenas 17 años firmó su primer cuadro (Susana y los viejos), inspirado en la obra de Caravaggio. Meses después, Artemisia fue violada por Agostino Tassi, un pintor que ayudaba a su padre (Orazio Gentileschi) a decorar la casa del cardenal Scipione Borghese. Aunque Tassi se comprometió a casarse con la joven y a vivir con ella nueve meses, Orazio le denunció ante el papa Pablo V. Esto supuso que toda Roma se enterase del delito y por consiguiente del proceso público que duró varios meses. Tassi fue condenado a cinco años de exilio y galeras pontificias, condena que, por cierto, nunca llegóa a cumplir. Tras el juicio Artemisia se casó con el florentino Pierantonio Stiattesi y se marchó a Florencia. En la corte de Cosme de Médicis, conoce Galileo Galilei quien la anima a inscribirse en la famosa Academia del Dibujo florentina. Con 23 años se convierte en la primera mujer que entra en dicha academia. Tras un breve paso por Prato, vuelve a Roma (1620-26) donde acabará separándose de su marido florentino, de Roma pasa a Venecia y de Venecia a Nápoles. En la ciudad napolitana abrió un taller en el cual trabajaban una docena de ayudantes y aprendices y que durante más de 20 años formará a los mejores pintores del momento. Sus pinturas representaban figuras femeninas, gran parte de ellas desnudas pero al mismo tiempo cargadas de fuerza. Homenajea, asimismo, a mujeres valientes a lo largo de la historia como Cleopatra, Diana, la Galatea, María Magdalena, Judith, Dalila y Betsabé, entre otras.
En la imagen de arriba observamos a la heroína bíblica Judith decapitando al general asirio Holofernes (disponible en la Galería  de los Uffizi). En el Antiguo Testamento se narra como Judith salvó a su ciudad Betulia del asedio de Holofernes, general del rey asirio Nabucodonosor II, dándole muerte después de un banquete durante el cual previamente le habían embriagado. Resulta que Judith -una bella y educada viuda, según el Antiguo Testamento- junto con su criada se acercó al campamento del ejército asirio haciéndoles creer que estaba de su parte e incluso fingió que se enamoró del general asirio. El resto es conocido. La cabeza de Holofernes acabó exhibiéndose ante todos los habitantes de Betulia (Judith caps. 10-13).

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