Venceréis...Pero no convenceréis. Miguel de Unamuno, 1864-1936


12 de octubre de 1936 (hace más de ochenta años), universidad de Salamanca.

Unamuno, rector de la universidad de Salamanca, se manifiesta en el paraninfo completamente abarrotado de gente muy crítico contra el golpe de estado contra la II República: (...) "sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia". De repente, se escucha "viva la muerte" y "abajo la inteligencia". El rector -triste y abatido, pero también encolerizado- responde: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España". Tras esta respuesta, es sacado a empujones de la universidad salmantina (fotografía aquí). El 22 de octubre Franco firma el decreto de destitución de Unamuno como rector de la Universidad de Salamanca y queda bajo arresto domiciliario. El 31 de diciembre de 1936, Miguel de Unamuno fallece (más detalles aquí, aquí y aquí) (actualización reciente de 2018 sobre las palabras de Unamuno aquí)

Con la muerte de Unamuno, la tercera España -aquella que intentaba escapar del totalitarismo de derechas y de izquierdas- perdía definitivamente la batalla. Unamuno había sido muy crítico con la II República debido al jacobinismo de Azaña y de la demagogia del Frente Popular. Anticipándose a los hechos, el 6 de enero de 1935 pidió perdón en nombre de su generación a los niños españoles de una posible guerra civil. Aunque, en principio, vio el levantamiento militar como un pronunciamiento en defensa de la legalidad republicana, pronto se percatará que el levantamiento es un golpe de estado contra la II República para imponer una dictadura (más detalles aquí).

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