Pacto Ribbentrop-Mólotov: el día que el fascismo y el comunismo se pusieron de acuerdo para luchar contra la democracia


El 23 de agosto de 1939 se firmó en Moscú el Pacto Ribbentrop-Mólotov (ministros de asuntos exteriores de Alemania y la Unión Soviética, respectivamente) mediante el cual acordaron el reparto de varios territorios de Europa Oriental (más detalles aquí, aquí, aquí y aquí). Una semana más tarde Alemania invadió Polonia y dos semanas más tarde, las tropas soviéticas ocuparon territorios polacos (con posterioridad más 20,000 oficiales fueron asesinados por los comunistas soviéticos en Katyn). La derrota polaca se celebró con un desfile conjunto de la Wehrmacht alemana y el Ejército Rojo (muy recomendable el ensayo de Martin Amis, Koba el temible) por las calles de Brest.

El pacto tenía varias claúsulas secretas que incluían la partición de Polonia entre ambos estados, al tiempo que configuraba el destino de los países Bálticos. En concreto, se declaraba a Finlandia, Besarabia (nombre con que el imperio ruso identificó a la parte oriental de Moldavia) y el norte de la región de Bucovina (parte central de Moldavia) como zonas de interés soviético. Con respecto a Estonia, Letonia y Lituania, la frontera norte de Lituania constituirían los límites de la esfera de influencia alemana y soviética.

Durante los 22 meses (agosto de 1939 y junio de 1941) que estuvo vigente dicho pacto, los ataques a los nazis desaparecieron de la prensa soviética y en las salas de cine y teatros se prohibieron las proyecciones antifascistas. Al mismo tiempo, la URSS proporcionó petróleo, cereales, níquel, manganeso, cromo, madera y otros materiales a la Alemania nazi; a cambio, Berlín facilitó explosivos, emisoras de radio, un buque de guerra (Lützow) y un préstamo de 200 millones de marcos. También se produjo una colaboración entre la policía secreta soviética (NKVD) y la Gestapo alemana que permitió la extradicción de antiguos ciudadanos alemanes y austriacos opositores a Hitler (entre ellos, la célebre Margarete Buber-Neumann).

Por cierto, tres años antes gracias al apoyo militar y económico de nazis alemanes y comunistas soviéticos, España se desangró en una guerra civil.

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